Los emprendedores abrirán otros tres centros comerciales en el corto plazo. Ya dan empleo a cerca de 40 personas.
Llegaron en 2018, en el primer arribo de venezolanos a nuestro país, que en su gran mayoría tenía un perfil más profesional. Andreina De Sousa y José María Bastidas son arquitectos y venían buscando una mejor oportunidad laboral, aprovechando las buenas cifras del sector de la construcción en Chile, y también para llevar adelante una idea de negocio que comenzaron en la ciudad Barquisimeto, capital del estado de Lara: la fabricación de donuts o donas.
"Estudiamos en la Universidad Central de Venezuela y cuando salimos empezamos a pololear, como dicen acá en Chile. Luego nos pusimos a trabajar y, como nos gustaban los dulces, en vez de regalarnos flores, nos regalábamos cajitas de donas, porque a los dos nos gustan. Después empezamos a hacer, con instrucciones que salían en Youtube sobre cómo fabricarlas, y nos salió nuestro espíritu emprendedor, porque los dos venimos de familias que son comerciantes", cuenta Andreina.
Nació así Dulcentorno, emprendimiento que no les fue bien en su debut porque eran de sabores de las donas muy tradicionales y, ante esa experiencia, quedaron con la espina clavada de fabricar una oferta más gourmet, con relleno de pie de limón, tiramisú, creme brulée, tal como las donas que tienen actualmente en sus locales.
"Llegamos en abril de 2018 a Chile contratados por una oficina de arquitectos y en junio empezamos a hacer donas en la casa y le vendíamos a amigos, a vecinos en grupos de WhatsApp para ir probando cuál producto resultaba y cuál no. Ajustamos los sabores y pasó como un año y formalizamos la empresa en paralelo a nuestro trabajo de arquitectos", recuerda Andreina, quien por la pandemia fue despedida de su empleo y aprovechó de concentrarse de lleno en el negocio.
Luego se unió su marido y con sus ahorros compraron maquinaria y montaron una dark kitchen para fabricar sus productos. "Empezamos a vender por aplicaciones y no hemos parado desde ese momento". Colocaron un local en Pedro Fontova, en Huechuraba, otro en el Boulevard Alameda hasta que se les acercó una ejecutiva del Mercado Urbano de Tobalaba (MUT) quien les ofreció instalarse en ese lugar. "Lo del MUT fue una gran oportunidad. Se nos acercaron porque conocieron la calidad de las donas. No dudamos en abrir ahí".
Ahora se expandieron al Open Kennedy, Mall Plaza Los Dominicos, Mall Plaza Oeste, Mall Plaza Egaña y están por abrir en Mall Plaza Vespucio y Mall Plaza Sur con financiamiento bancario. "El local de Pedro Fontova lo cerramos en diciembre porque estamos esperando abrir en el Mall Plaza Norte y hemos pensado ir a regiones, puede ser a través de franquicia, pero hay que mantener la calidad de la marca", explica Andreina.
Masa única
La emprendedora dice que la variedad de sabores es una de sus distinciones frente a las donas de la competencia, pero también destaca la masa que fabrican diariamente, receta a la que llegó su marido. Cuenta que tiene una fermentación en frío de varias horas para que los sabores se intensifiquen y sea más suave y fácil de digerir.
Otra clave que ha ayudado al éxito es el manejo de redes sociales. "Son muy importantes para dar a conocer tus productos. Yo antes me encargaba de las redes, pero acudí a una agencia (Adinfluence) para llegar de mejor forma con nuestros mensajes y hemos tenido varios virales".
El CEO de Adinfluence, David Caro, dice que su oferta a las Pymes con menos presupuesto es mostrar una buena creación de contenido a través de influencers que tienen menos de 40.000 seguidores. "Lo importante es mostrar contenido atractivo, que es lo que premia la inteligencia artificial de Meta. Con esa fórmula hemos logrado, por ejemplo, un crecimiento orgánico de 11.000 seguidores en el Instagram de Dulcentorno", comenta.
Andreina agrega que por esa comunicación de redes sociales y la llegada a los mall, el 2024 lograron duplicar la producción de donas con cerca de 60.000 productos mensuales. Eso les ha permitido contratar alrededor de 40 personas para operar la dark kitchen y sus locales. "Si seguimos así seguramente vamos a generar más empleo en Dulcentorno", dice.
¿Por qué le colocaron Dulcentorno. Tiene que ver con la oferta de sabores?
"No, es un juego de palabras de dulce y entorno. Entorno es el nombre que le íbamos a poner a nuestra oficina de arquitectos, pero llegó este emprendimiento y acá estamos".Andreina De Sousa y José María Bastidas se conocieron en la universidad.
Andreina De Sousa y José María Bastidas partieron vendiendo a amigos y ya tienen seis locales en malls
